Las artes son parte de una educación equilibrada; facilitan a los alumnos del país las destrezas y los conocimientos cruciales que necesitan para ser personas productivas y preparadas para la universidad y su vida laboral. Por ello, todos los alumnos tienen derecho a una educación artística que incluya danza, arte multimedia, música, teatro y artes visuales impartida por docentes de arte acreditados en alianza con proveedores de la comunidad.

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A pesar de ser parte de una educación completa como se indica en la ley federal de educación Cada Estudiante Triunfa (Every Student Succeeds), con mucha frecuencia las escuelas públicas del país no le dan importancia a la educación artística. Una educación sin artes es una educación inadecuada, dadas las espectaculares maneras en que las experiencias en el arte cambian la vida académica y personal de los alumnos.

Las artes son fundamentales para que el aprendizaje vuelva a cobrar vida en los alumnos en la época pos-COVID-19 y prepararlos para el éxito y la felicidad en este complicado mundo del siglo XXI. En otras palabras, la educación artística:

• cultiva comunidades sanas e incluyentes en las que se respetan todos los puntos de vista;

• promueve la conciencia cultural y la conversación cortés;

• apoya el bienestar social y emocional de los alumnos y fomenta un ambiente escolar más positivo y acogedor, y

• brinda múltiples vías para que todos los alumnos expresen su creatividad y comuniquen sus ideas.